Estoy ya un poco saturada de los adjetivos que siempre acompañan a los jóvenes de hoy en día. Se les acusa de buscar los resultados aquí y ahora, de ser abanderados del inmediatismo y no tener ideales o metas claras por las que luchar. Incluso leía sobre la "depresión blanca", término para definir el estado de aburrimiento y frustración continúa de las nuevas generaciones.
Miro a mi hijo y me abrumo. Me pregunto cómo será cuando crezca, si estará tan perdido como dicen los expertos que están los adultos del futuro. Y al final llego a la misma conclusión: que sea lo que quiera ser. Dejemos a los jóvenes ser. Hay y siempre habrá de todo. Personas con valores, otras sin ellos, personas buenas, otras no tan buenas. Es muy peligroso generalizar, y es muy peligroso bombardear a nuestros jóvenes solo con lo malo y no motivarles a potenciar la muchas virtudes que tienen. Siempre los juzgaremos, como nos juzgaron a nosotros cuando éramos "más jovencitos". Pero hay que permitirles encontrar su propio camino. Y lo harán, lo sé.
Fuente: Diario Libre - Ana Blanco
Nota: Este articulo no tiene nada de desperdicio. Felicitamos a la periodista Ana Blanco
1 comentario:
La juventud es un estado de salud que, lamentablentemente muchas personas personas pierden al crecer.
Aún recuerdo que cuando tenía pocos años mucha gente me decía "cuando crezcas vas a cambiar de idea".
Hoy a mis cuarenta y algo aún sigo "esperando crecer".
Un fuerte abrazo desde el Río de la Plata.
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